Árnica
Propiedades, usos y beneficios
El Árnica (Arnica montana) es una planta medicinal originaria de Europa a la que se le atribuyen propiedades antirreumáticas y para reducir el dolor muscular. Esta especie tiene un gran contenido de fitoquímicos como flavonoides, alcaloides, terpenoides, cumarinas y carotenoides.
Gracias a estos componentes se ha podido comprobar en diferentes ensayos clínicos la eficacia de esta planta medicinal para reducir los hematomas y aliviar la gravedad y la duración de los síntomas de la osteoartritis.
Árnica es una hierba medicinal con propiedad antiinflamatoria, analgésica, vulneraria (favorece la curación de heridas), cicatrizante, antiséptica, antibacteriana, antimicrobiana, antifúngica, antihistamínica y sedante, y de forma más matizada como tónico cardíaco, antiespasmódico, colagogo y antiagregante plaquetario.
Debido a estas propiedades árnica está indicada para:
- Inflamaciones reumáticas como la osteoartritis y la artritis reumatoide. Estudios elaborados por compañías farmacéuticas han demostrado la eficacia de árnica en uso externo para reducir el dolor y aliviar la rigidez en artritis que afecta la rodilla y las manos.
- Golpes y contusiones, hematomas, moretones, dolores producidos por luxaciones, bursitis y torceduras gracias al poder antiinflamatorio, vulnerario y analgésico de los principios activos de árnica, que demostró una eficacia similar a los antiinflamatorios AINE como el ibuprofeno.
- Distensiones musculares, mialgias y esguinces. Formulaciones con árnica contribuyen a reducir el dolor y la inflamación.
- Dolores neurálgicos tras un brote de herpes, por inflamación de un nervio.
- Molestias dentales. Se ha indicado como agente antiinflamatorio útil para reducir la hinchazón y las posibles complicaciones derivadas de una extracción de muelas, en especial las de juicio. Tradicionalmente se la utilizó para dolores dentales (estomatitis), gingivitis, faringitis y amigdalitis.
- Irritaciones cutáneas, picaduras de insectos, urticarias, quemaduras leves, escoceduras, y para tratar el acné y el prurito.
- Cuidado de la piel envejecida, labios agrietados y heridas sin sangrado.
Árnica puede encontrarse en forma de hierba para realizar una infusión, en tintura madre, y en preparados magistrales en geles, cremas, pomadas y lociones de uso externo.
Es un ingrediente estrella de los preparados homeopáticos, administrado para disminuir el dolor tras una operación quirúrgica.
De forma tradicional árnica se ha utilizado para fortalecer el corazón, ayudar a reducir el colesterol en sangre y prevenir los accidentes cerebrovasculares. Salvo en presentaciones homeopáticas, el árnica no suele indicarse para tratamientos por vía oral por su potencial toxicidad, es necesario que un profesional médico indique la mejor vía de administración y prescriba la formulación más adecuada para la afección que se necesita tratar.
La intoxicación con árnica, sobre todo en dosis altas, puede provocar, en efecto, irritación de las mucosas gástricas, trastornos digestivos acompañados de vómitos o diarreas, pero también alteraciones nerviosas, vértigo, alucinaciones, disnea y fallos cardíacos. Como norma general, se desaconseja su uso por vía interna.
Ficha técnica
Nombre Común | Árnica |
Nombre Científico | Arnica montana |
Parte utilizada | Capítulos florales y rizomas. |
Indicaciones Médicas | Artritis reumatoide
Contusiones Distensiones musculares Dolor neuropático Esguinces Golpe Hematomas Irritaciones cutáneas Moretones Osteoartritis |
Acciones Farmacológicas | Analgésico
Antiagregante plaquetario Antibacteriano Antiespasmódico Antifúngico Antihistamínico Antiinflamatorio Antimicrobiano Antiséptico Cicatrizante Colagogo Sedante Tónico cardíaco Vulnerario |
Método extractivo | Infusión |
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