Tiene en la piel un efecto despigmentante porque inhibe la enzima tirosinasa. Se indica para el tratamiento del melasma y la hiperpigmentación asociada a desequilibrios hormonales. Además, se destaca su capacidad antioxidante e iluminadora.
Es un compuesto químico que ofrece propiedades protectoras e hidratantes para combatir el fotoenvejecimiento de la piel.
El ácido azelaico es una molécula que se utiliza en dermocosméticos para el tratamiento del acné, la rosácea, melasma, hiperpigmentaciones o peelings desde hace varias décadas.
Sustancia activa natural muy popular en Japón y todo Asia, que se utiliza para blanquear la piel, atenuar manchas por embarazo, melasmas, y marcas producidas por fotoenvejecimiento.
El ácido salicílico es un activo exfoliante de la familia de los Beta Hidroxiácidos (BHA) con propiedades queratolíticas y queratoplásticas (dependiendo su concentración), seborreguladoras y antimicrobianas.
El preparado está compuesto por ácido kójico, ácido mandélico y uva ursi. Activos blanqueadores y antioxidantes, acciones que en conjunto mejoran notablemente las pieles fotoenvejecidas, dando como resultado una excelente normalización de la epidermis.
La gluconolactona tiene un valor especial en formulaciones dermocosméticas destinadas a pacientes con acné, rosácea, dermatitis atópica, piel sensible o que tienen la barrera epidérmica comprometida.
Es la forma activa de la vitamina A, muy utilizado por sus efectos para reducir manchas, suavizar arrugas y tratar el acné.
Penetra en los estratos más profundos de la piel y la somete a una acción antioxidante, regeneradora e hidratante.
El ácido mandélico es recomendado especialmente para el tratamiento de manchas, fotodaño y acné.