Protección solar
Fotoprotección
La luz solar permite que nuestro cuerpo sintetice vitamina D, pero también produce efectos perjudiciales como quemaduras, manchas, fenómenos de fotosensibilidad, fotoenvejecimiento e incluso el cáncer de piel. Es necesario tomar conciencia de la importancia de prevenir el daño en nuestra piel adoptando medidas para la fotoprotección.
La principal herramienta con la que contamos son los protectores solares que se aplican de forma tópica y contienen sustancias que reflejan o absorben las radiaciones solares.
La sigla FPS (factor de protección solar) indica la capacidad protectora y nos marca el tiempo que la piel puede estar al sol sin que aparezca enrojecimiento o quemadura solar. Por ejemplo: Si una persona con un fototipo 1 (rubia/pelirroja, de ojos claros que nunca se broncea) puede estar expuesta sin quemarse por 10 minutos, con la aplicación de un producto con FPS 30 resistirá 300 minutos (5 horas) sin quemarse.
Existe gran variedad de presentaciones de protectores solares y es importante encontrar el que se adecúa mejor a nuestro tipo de piel: crema, gel, spray, fluido, leche, bruma, etc. Hay formulaciones para pieles grasas, con tendencia acneica y pieles reactivas.
Luego de meterse a la pileta, o luego de un período largo de tiempo es necesario repetir la aplicación del protector, algunos son especialmente desarrollados para resistir al agua y la sudoración, incluso después de 40 u 80 minutos de natación.
RECOMENDACIONES
Los dermatólogos recomiendan aplicar el protector en toda la superficie corporal expuesta todo el año, incluso en días nublados.
Se debe elegir un FPS 30 o mayor, y de amplio espectro (que proteja tanto UVA como UVB). Se debe colocar en forma uniforme y generosa 30 minutos antes de la exposición directa dejando que se absorba completamente antes de vestirse. Es importante destacar que el factor utilizado debe ser el mismo tanto para la cara como el cuerpo y durante cualquier época del año.
Hay zonas como el cuero cabelludo, orejas, párpados, axilas, palmas, empeines y labios que no se tienen en cuenta a la hora de la aplicación y son lugares donde la piel es muy sensible.
No olvidar la barra protectora para los labios, con el sol suelen agrietarse, deshidratarse y a mediano plazo, mostrar mayores signos de envejecimiento.
Los productos tienen una fecha de vencimiento y un plazo de uso una vez abierto. Además, es importante seguir las condiciones de almacenamiento sugeridas. Ambas cuestiones son fundamentales para determinar su efectividad.
Se recomienda evitar la exposición directa entre las 10 y las 16 hs, utilizar gorras y sombreros, gafas anti UVA/B y ropa clara.
Durante esta época deben evitarse además tratamientos de peeling físicos y químicos que se realicen con ácidos fotosensibles y dejen la piel expuesta.
Para mantener la piel saludable es necesario tomar dos litros de agua diarios; aplicar por la mañana cremas hidratantes con ácido hialurónico para mantener la piel hidratada, nutrida y protegida; y por la noche aplicar cremas dermocosméticas antiage con activos como el Argireline, Leuphasyl y el Algisium C.
La nutriprotección aparece como una alternativa para cuidar la salud de la piel desde el interior, son suplementos que refuerzan la defensa natural de la piel. La vitamina C en polvo, por ejemplo, es un poderoso antioxidante que previene el daño del ADN de las células expuestas a los radicales libres y a la radiación solar. Otros suplementos contienen aminoácidos precursores de colágeno, fundamental para una piel saludable y luminosa.
Para consultas sobre el artículo comunicate al (0341) 482 3536 o te esperamos personalmente en Corrientes 1801.